¿Haz vivido situaciones comunes y corrientes que de la nada se convierten en un conflicto? Posiblemente se deba a que estás interactuando con una persona que es muy competitiva o que por alguna razón no eres muy de su agrado.
Es incómodo interactuar con este tipo de personalidades, ya que seguramente su foco no está en escuchar ni en llegar a un acuerdo mutuo sino convertir esta situación en un conflicto para demostrar su poder sobre ti.
Pero no te preocupes, el día de hoy te compartiré 4 importantes claves que el conflicto no se convierta en un campo de batalla. Está por demás decirte que de ti dependerá si elijes continuar en la batalla o manejarte de manera inteligente y enfocándote para dar soluciones al conflicto.
Clave No. 1: Ten el hábito de preguntar
Lo peor que podemos hacer dentro de una discusión con otras personas es responder o actuar teniendo como base una suposición. Lo mejor que puedes hacer es indagar a través de preguntas abiertas que te proporcionen mayor información y que te brinden seguridad para responder correctamente.
Las preguntas abiertas son aquellas que no tienen como respuesta un si o un no. Puedes utilizar las típicas: ¿Quién? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿Por qué?
Clave No. 2: Escucha con atención y entiende
Una vez que hayas preguntado para obtener más información al respecto de la discusión, escucha atentamente para tener mayor comprensión del disgusto de la otra persona. No escuches para justificarte. Evita ser impulsivo, haz uso de tu inteligencia emocional e investiga antes de que el conflicto se haga más grande.
Clave No. 3: No lo tomes personal
Date cuenta que, al tener diferentes puntos de vista, cada parte tiene una perspectiva que no es igual una de la otra y no han visto la problemática desde la posición que cada uno lo está visualizando. Para ello, debes evitar tomártelo personal, comprende que cada uno podrá exponer su visión del problema y poder llegar a una solución haciendo uso de su empatía.
Clave No. 4: Perdona y perdónate
Ofrecer una disculpa y aceptar nuestros errores propicia que los malestares disminuyan considerablemente. Frecuentemente los conflictos se hacen interminables por la lucha de egos entre los participantes. Recuerda que es mejor vivir en paz que querer tener la razón en todo momento.
Cuando te ofrecen una disculpa, acéptala. Si tu brindas la disculpa, de igual manera procura quedarte sin ningún rencor ya que de mantener esas emociones aprisionadas, se convertirán en una bomba de tiempo que dará lugar de nuevo al conflicto.
Así es que a partir de ahora, sabes cómo evitar que los conflictos que hagan más grandes y sobre todo, que no olvides cómo debes de ser para gestionar los problemas que surjan con otras personas no se conviertan en batallas interminables.
Deja tus comentarios.